El seguro de Vida Entera, una solución para la perfecta transmisión del patrimonio a los herederos.
En nuestro anterior artículo sobre el ahorro dábamos un repaso a la figura del corredor de seguros y cómo éste asesora a su cliente de forma independiente y transparente, ayudándole a elegir el producto de ahorro más conveniente para él.
Hablábamos entonces de tipos de interés bajos, de la buena solvencia de las aseguradoras, de las comisiones que se aplican; a cerca del perfil de riesgo de los clientes y, por último, dimos una leve pincelada al seguro de Vida Entera, en el que vamos a ahondar en el siguiente artículo.
El seguro de Vida Entera, en estricto sentido, es un seguro de vida que dura toda la vida (y perdón por la redundancia). Es decir, el asegurado lo estará hasta que fallezca o quede inválido: a la edad de 34 años a los 63, a los 74, a los 80 o, por qué no, a los 107 años. Y lo está desde el momento en que contrata la póliza, por el capital que se haya estipulado para el caso de fallecimiento o de invalidez.
En cuanto al pago de la prima (precio) anual, ésta puede establecerse hasta una fecha concreta -por ejemplo, hasta los 65 años- o durante toda la vida, sí, durante toda la vida. En este caso la prima será inferior, puesto que se pagará siempre.
¿Para qué sirve un seguro de Vida Entera? El seguro de Vida Entera tiene una utilidad principal, posibilitar que los herederos puedan hacer frente al impuesto de transmisiones cuando reciban el patrimonio del asegurado; pero puede tener otra utilidad como instrumento de ahorro.
Pero… ¿Y si no puedo seguir pagando la prima en un momento dado? ¿pierdo mi capital? En absoluto. El asegurado tiene derecho a dejar de pagar y mantener el capital acumulado hasta esa fecha; o puede recatar la totalidad o, incluso, puede pedirle un crédito a la aseguradora sobre su propio capital ¡!.
Si usted tiene un buen patrimonio -y se puede permitir aportar con regularidad una prima a este seguro-, tendrá desde el principio un capital importante para que sus herederos puedan recibirlo sin que tengan que buscar otras alternativas que les permitan sufragar el impuesto mediante crédito para conseguir la transmisión.
Existen muchas otras fórmulas de ahorro en función de las necesidades reales del cliente. Para asesorarle convenientemente su corredor de seguros tiene los conocimientos y experiencia suficiente.