A punto de comenzar el nuevo año, todos nos hacemos buenos propósitos que regularmente (casi todos) incumplimos. Queremos dejar de fumar, perder peso, ir al gimnasio, estar menos estresados, etc., pero nos proponemos acciones que nos cuestan muchísimo: dejar el tabaco, comer menos (sobre todo de lo que más nos gusta) hacer una hora diaria de ejercicio, etc. Descubrimos a los 30 días, e incluso antes, que la tarea va a ser titánica.
Por eso Cigna, compañía americana, aseguradora de asistencia sanitaria en España, nos recomienda cambiar estos complicados objetivos y sustituirlos por estos 7 propósitos, mucho más razonables y satisfactorios. Todos, nos mejorarán la salud.
- Reír hasta en los peores momentos. La Fundación Española del Corazón afirma que la risa mejora la mente y ayuda a prevenir enfermedades cardíacas al servir como vaso dilatador del sistema cardiovascular. Además, reduce el estrés, resulta un analgésico natural para los dolores y disminuye la sensación de nerviosismo.
- Socializar más. La Universidad de Brigham Young (EEUU) determinó que la falta de relaciones interpersonales equivale a fumar más de 15 cigarros al día o tomar seis vasos de alcohol diarios. Es más, según este estudio, las relaciones sociales tienen mayor impacto sobre la mortalidad prematura que exponerse a la contaminación ambiental o la obesidad.
- Escuchar más música. La musicoterapia se sitúa dentro de la medicina recuperativa como remedio o control del estrés, problemas de socialización y trastornos físicos, mentales y emocionales. De hecho, existen piezas terapéuticas contra el insomnio, la hipertensión, la depresión, la ansiedad, el dolor de cabeza o las dolencias de estómago. Si se acompaña bailando y cantando, el beneficio será, además, tanto emocional, como físico, ya que se combinará el esfuerzo muscular con la descarga de tensiones y la liberación de endorfinas.
- Dejar el perfeccionismo a un lado. El cortisol, hormona del estrés, está directamente relacionada con exigirse demasiado. Esto provoca frustración y, a la larga, afecta al estado de ánimo, pudiendo desembocar en depresiones. Para no caer en esta tentación hay que tener siempre una mente positiva frente a las equivocaciones y pensar que de los errores siempre se saca algún tipo de aprendizaje.
- Planificar más. Lo primero que hay que hacer al final de cada jornada es escribir en un documento todas las tareas a realizar al día siguiente. El resultado se traducirá en una disminución del estrés y un aumento de la calidad del sueño.
- Demostrar más los sentimientos. Se denomina «ventilación emocional» y consiste en disminuir al máximo la opresión en el pecho que provoca no expresar opiniones o sentimientos. Los expertos aseguran que el hecho de «guardarse» las cosas repercute directamente en una merma de la salud.
- Levantarse cada media hora de la silla de la oficina. Según investigaciones de la Universidad de Columbia, el metabolismo de una persona cambia cuando permanece más de media hora sentada.
Estamos seguros de que te sentirás mejor.
Feliz 2018