La prevención de incendios y la ciberseguridad: Dos caras de una misma moneda.

“El 30% de las empresas serán victimas de un ciberataque!”, este titular lo he leído tantas veces que ya lo tengo interiorizado.

Los expertos en ciberseguridad y las empresas del sector IT son tan conscientes del riesgo que supone un ciberataque y de lo vulnerables que son hoy en día la mayor parte de empresas, que no se cansan de avisarnos, por activa y por pasiva.

No obstante, los que no somos expertos en ciberseguridad, no tenemos la capacidad de analizar nuestras propias vulnerabilidades y, claro, creemos que la probabilidad que un hacker tenga interés en atacar nuestro negocio des del otro externo del mundo es más que remota.

Del mismo modo, nadie piensa en que su empresa puede ser devorada por un terrible incendio. Lamentablemente, los incendios, así como los riesgos cibernéticos, son un hecho y todos estamos expuestos, es por ello que debemos incorporar un nuevo capítulo en el plan de prevención de riesgos de nuestra empresa, es imperativo.

Así como es incuestionable implementar medidas de prevención contra incendios en una industria para proteger sus instalaciones, también es crucial que los negocios adopten estrategias para reducir los riesgos cibernéticos que pueden comprometer su sostenibilidad.

Y es que, como veremos a continuación, hay una gran relación entre la prevención de incendios y la prevención de ciberataques y esto nos puede servir para comprender mejor como debemos proceder para estar bien protegidos:

Medidas de prevención: Activas y Pasivas

En el ámbito de la prevención de incendios, las industrias aplican una combinación de medidas activas y pasivas. Las medidas activas incluyen herramientas como extintores y Bocas de Incendio Equipadas (BIES), que están diseñadas para actuar directamente en caso de emergencia. Además, se realizan simulacros de incendios periódicos y se proporciona formación continua a los empleados para asegurar que todos estén preparados ante cualquier eventualidad.

Por otro lado, las medidas pasivas están diseñadas para minimizar los daños antes de que ocurra un incendio. Estas pueden incluir la instalación de sistemas de detección de humo, la construcción de muros cortafuegos y el uso de materiales ignífugos en la infraestructura de la empresa.

Prevención en Ciberseguridad: Activa y Pasiva

De manera similar, en el campo de la ciberseguridad, se implementan medidas activas y pasivas para proteger la información digital de la empresa. Entre las medidas activas, se encuentran el uso de contraseñas seguras, la autenticación de doble factor y el uso de software antivirus que ayuda a detectar y eliminar amenazas en tiempo real. Además, la formación de empleados es fundamental para evitar prácticas de riesgo, como el phishing o el uso de dispositivos no autorizados.

Las medidas pasivas en ciberseguridad, al igual que en la prevención de incendios, buscan limitar el daño antes de que se materialice una amenaza. Esto incluye la instalación de firewalls, el cifrado de datos sensibles y la creación de copias de seguridad regulares para garantizar la recuperación de la información en caso de un ciberataque.

Transferir el riesgo es esencial para garantizar la sostenibilidad del negocio

A pesar de todas estas precauciones, tanto los incendios como los ciberataques son riesgos siempre presentes. No importa cuántas medidas activas y pasivas se implementen, siempre existirá la posibilidad de un fallo humano o que ocurra un incidente.

Por ello, externalizar estos riesgos mediante un seguro específico es una decisión prudente para asegurar la sostenibilidad de cualquier negocio. Un seguro no solo proporciona una capa adicional de protección financiera, sino que también garantiza que, en caso de un siniestro, la empresa pueda recuperarse rápidamente y continuar operando sin interrupciones significativas.